El gobierno no
quiere salvar al sistema educativo.
El gobierno
provincial ha encarado el inicio del ciclo lectivo 2.009 con una serie de
convicciones y definiciones que dan cuenta de la verdadera ideología que lo
sustenta.
En principio, ya a
mediados del 2.008, en una muestra de total autoritarismo determinó sin
permitir ningún tipo de participación popular o de los trabajadores, el
presupuesto 2.009, en el cual estaba incluido un presupuesto educativo que
contemplaba la realidad de la escuela pública que hoy estamos viviendo, todas
las profundas necesidades que encontramos en el sistema educativo entrerriano
no
son desprolijidades, estuvieron seriamente planificadas. Cuando los
trabajadores quisimos discutir ese presupuesto se nos cerró terminantemente la
puerta y los legisladores son cómplices de esto, ya que siendo los responsables
del presupuesto permiten que el poder ejecutivo lo elabore a su antojo.
En este sentido
quiero hacer notar que cometemos un error cuando hablamos de crisis del sistema
educativo, una crisis se produce cuando aparecen efectos no deseados que se
deben a situaciones no previstas, pero lo que se observa en el sistema
educativo, que perjudica hasta lo más profundo a los trabajadores y al pueblo,
está perfectamente planificado desde los sectores de poder y ejecutados
políticamente desde los gobiernos provincial y nacional, actuales y pasados.
Este sistema educativo entrerriano, que no es el que los sectores populares
necesitamos, es el sistema educativo que necesitan los sectores de poder que
corroen a la sociedad, ocultos detrás de los gobernantes.
Este sistema que
nos gobierna no pretende la liberación intelectual del pueblo entrerriano ni
argentino, porque de esa forma se asegura tener el control sobre los sectores
con menores recursos intelectuales. ¿Por qué digo que quién no accede a un
sistema educativo de calidad o con buenas intenciones pierde la libertad
intelectual?, no es por lo que algunos consideran de que a mayor título mayor
capacidad, sino sencillamente porque no podemos tener libertad de decisión y
soberanía sobre temas que no conocemos, sobre temas que implican la necesidad
de un acumulado de conocimientos para poder comprenderlos y tomar decisiones.
¿Cómo podrá resolver soberanamente sobre la política petrolera o minera
nacional una persona que no tiene esos conocimientos? Lo que sucede luego es
sencillo, unos pocos cercanos a los lugares de poder son los que toman las
decisiones por todos nosotros, y en este ejemplo, sobre dos de las actividades
que manejan cantidades siderales de riqueza. En este sentido, podemos concluir
fácilmente que este tipo de gobernantes, con estas políticas educativas que no
garantizan la formación para todos, no pretenden entregar la soberanía del
conocimiento al pueblo trabajador o al pueblo pobre, que representa la inmensa
mayoría de nuestra patria. Este sistema de gobierno le permite a los sectores
patronales no solo acumular riquezas materiales en forma desmedida mientras la
gran mayoría de nuestros hermanos pelea contra la pobreza y gran parte pierde
esa batalla en forma abrumadora, sino que además planifica un sistema educativo
que le impide el acceso a la riqueza del conocimiento a esos mismos sectores
que pierden en la distribución de la riqueza.
Este gobierno
muestra tremendamente su cara de clase patronal precisamente en el sistema
educativo y para decir ello la realidad es abrumadora como prueba.
El sistema
educativo entrerriano está dividido en 4 importantes sectores:
Cada uno de estos
sectores educativos tiene una accesibilidad que depende de los ingresos de las
familias de los estudiantes, y los sucesivos gobiernos no garantizan la
igualdad de oportunidades y por lo tanto brindan un acumulado de conocimientos
que replica y profundiza las diferencias socio económicas con las cuales los
estudiantes ingresan.
Así pues, quienes
poseen ingresos económicos que les permiten pagar una cuota mensual de 300 o
más pesos mensuales y que además no poseen problemas con la alimentación, con
la vestimenta, con el transporte, con el acceso a la salud, con la adquisición
de materiales didácticos, a su vez pueden acceder a un sistema educativo de
alta calidad, con edificios escolares en buenas condiciones, con condiciones
sanitarias excelentes, con abundancia de materiales didácticos, con talleres de
computación, con varios idiomas, con actividades deportivas y recreativas, etc.
Este sector de estudiantes prácticamente tiene asegurado el egreso de la
escolaridad secundaria y el ingreso y mantenimiento en una carrera
universitaria que le permitirá obtener un título que le permita tener ingresos
para mantener su nivel económico. Sin lugar a dudas este análisis no puede ser
lineal, no indica un recorrido asegurado, en el mismo aparecen muchas
situaciones especiales y no podemos tomarla como regla o ley social segura,
pero a lo que me refiero es a las oportunidades de cada chico, luego dependerá
de cada uno.
Una cuestión
similar pero a menor escala podemos encontrar en los establecimientos públicos
de gestión privada, con aranceles que rondan los 50 o 60 pesos mensuales y
llegan a ser accesibles para hijos de algunos trabajadores, en estos
establecimientos encontramos buenas condiciones edilicias y el dictado de
materias extracurriculares que contribuyen a la formación de los estudiantes,
los chicos que allí concurren en su mayoría, sin tener condiciones de lujo,
tienen satisfechas sus necesidades de alimento, salud y vestimenta. Estos
alumnos tienen una gran posibilidad de completar sus estudios secundarios por
las oportunidades que se les da desde ese sector del sistema educativo.
Luego encontramos
uno de los sectores de la escuela pública de gestión pública, me refiero a las
escuelas de barrios céntricos o de clase media. En estas escuelas nos
encontramos con el abandono respecto a las condiciones edilicias por parte del
estado, ninguna garantía en seguridad o higiene, falta de materiales didácticos
y de mobiliario y una gran dificultad para implementar materias
extracurriculares que contribuyan a la formación. En algunos casos se observan
materias extracurriculares como computación o idiomas en la primaria, pero esto
depende exclusivamente del poder adquisitivo de los alumnos o de las
cooperadoras y estas cooperadoras dependen principalmente del poder adquisitivo
del barrio, donde aparecen excepciones que no nos deben confundir con
generalizaciones. Las condiciones edilicias, no garantizadas por el estado,
queda en manos de las cooperadoras, donde podemos observar escuelas con
cooperadoras fuertes que pueden lograr mejores condiciones y otras que no.
Dentro de los chicos que concurren a estas escuelas podemos encontrar grandes
diferencias, es decir algunos que tienen garantizadas desde sus padres las condiciones
de alimentación, salud y vestimenta y otros que no, en general encontramos
desde escuelas con buenas condiciones y chicos con necesidades satisfechas
hasta escuelas en pésimas condiciones con chicos con necesidades insatisfechas,
pasando por todos los escenarios. Esta combinación de factores es fuertemente
determinante para el logro de la finalización de la educación secundaria.
Luego, un muy bajo porcentaje de estos chicos puede ingresar y permanecer en la
educación universitaria y esto se debe a las deficiencias del sector educativo
que atentaron contra su formación y de sus posibilidades económicas de
mantenerse en una universidad. En estas escuelas se observan diferencias
económicas entre los alumnos, para equilibrar las posibilidades de los niños de
menores recursos fueron creadas en nuestra historia las cooperadoras, pero en
la actualidad su rol se fue corriendo hacia el sostenimiento de los edificios
escolares por ausencia del estado y dejaron de cumplir el rol para el que
fueron creadas. El gobierno entrerriano actualmente entrega presupuestos a las
cooperadoras para mantenimientos edilicios buscando profundizar esa desviación
en su rol; el gobierno aparece como colaborador con las cooperadoras, pero en
realidad ese es un rol del estado y no de las cooperadoras.
Por último
encontramos las escuelas públicas de gestión pública de barrios pobres, en
estas instituciones las condiciones edilicias son deplorables, las condiciones
de higiene y seguridad son vergonzosas, el mobiliario muchas veces es de
descarte de otras instituciones. Aquí la ausencia del estado es más profunda y
las cooperadoras no existen o son incapaces de recaudar fondos porque están
inmersas en barrios pobres, donde la mayoría no puede colaborar en lo más
mínimo. No encontramos material didáctico ni laboratorios, es imposible pensar
en materias extracurriculares. Los alumnos que asisten a este sector educativo
tienen profundos problemas de alimentación, de salud y de vestimenta, muchas
veces los vemos vestidos con uniformes de escuelas privadas que recibieron por
donación. Sus familias no tienen la posibilidad de acompañarlos en el proceso
de enseñanza aprendizaje y la concurrencia a la escuela está marcada por la
necesidad de la asistencia al comedor. Estos niños no tienen garantizada la
finalización de la escolaridad primaria y son muy pocos los que logran
completar una educación secundaria, aquí se registran niveles alarmantes de
deserción y repitencia. El acceso a una educación universitaria es un hecho
realmente milagroso para estos chicos.
Toda esta realidad
nos permite comprender con claridad cual es el proyecto educativo del actual
gobierno, que además es idéntico a los anteriores. El rol que juega la
educación para los grupos de poder es profundizar las diferencias socioeconómicas
de la población, brinda a cada niño un acumulado de conocimiento o una
formación que depende de su acumulado de riquezas, lejos está el modelo de
escuela igualadora de oportunidades con el cual soñamos.
Mientras niega
presupuestos para solucionar las emergencias de las escuelas pobres, por otro
lado destina presupuestos a escuelas privadas asegurando ganancias a sus
propietarios.
Le asigna a las
cooperadoras una función que no le corresponde, como lo es el sostenimiento
edilicio de las escuelas y de ese modo les imposibilita cumplir con su rol
histórico que es colaborar con los niños de menores recursos para igualar sus
oportunidades.
Según las
posibilidades que ofrece el sistema educativo argentino, un niño rico tiene las
mayores posibilidades de acceder a un título universitario y construir un
futuro próspero y un niño pobre tiene escasas posibilidades de adquirir un
nivel educativo que le posibilite salir de esa pobreza en la que vive.
Por supuesto que
esto no es una regla absoluta y en el medio hay excepciones, pero esas
excepciones no pueden cambiar las posibilidades generales de unos y otros.
Nuestra lucha como
trabajadores comprometidos con el cambio social debe ser como objetivo final construir
una sociedad donde no haya ricos y pobres, donde no haya explotadores,
explotados y marginados, pero mientras tanto lo logremos, como trabajadores de
la educación, debemos luchar por tener un sistema educativo donde el hijo del
patrón y el hijo del desocupado tengan las mismas posibilidades y a esa dura
batalla la tendremos que dar justamente junto a vastos sectores de la sociedad
que necesitan un modelo educativo distinto. En nuestra concepción de clase, no
somos solo enseñantes, debemos tener un objetivo en nuestro trabajo y el
objetivo más digno, al menos así lo entiendo, es transformar a nuestra sociedad
en una sociedad justa.
Ahora bien, al
poder le conviene ocultar toda esta realidad y resolver sencillamente diciendo
que los responsables de la “crisis” somos los docentes, los docentes somos
responsables que hoy aun exista la escuela pública, dado que hemos frenado a
estos mismos gobernantes en la década del 90 cuando hicieron todo el esfuerzo
por destruirla y privatizar todo el sistema educativo, gracias a nuestra lucha
hoy la escuela pública está y no la pudieron hacer desaparecer.
Víctor Hugo Hutt
Secretario General
AGMER Uruguay