Respuesta al discurso de
El
maestro sabe del sufrimiento del niño que tiene en su clase, que come una vez
al día y desmaya en las mañanas de invierno durante el izamiento de la bandera.
A ese niño UD. no se dirigió señora presidenta.
La sabiduría del maestro siempre va mas allá de la mirada triste o endurecida
del niño que trabaja en negro y luego concurre a la escuela para lograr una
comida al día. Tampoco incluyó en su discurso que hará con el trabajo infantil
y el derecho social de la educación, Señora presidenta.
El maestro sabe que con su salario paga todo el material que utiliza para
trabajar y mas de una vez el material que utilizan los alumnos. El maestro es
sabio porque trabaja cuando la escuela se derrumba, física y moralmente, ya se derrumbó
la familia por causa del desempleo. A estas familias no dirigió su
discurso, ni tuvo en cuenta sus hijos.
Sabe usted Señora Presidenta, ¿para qué población educativa va a gobernar? sabe
usted que en los años 50, (su generación) el militante mas humilde pudo hacer
estudiar a sus hijos, gracias a los derechos sociales que tenían los obreros
del partido que usted dice representar.
Señora Presidenta del pueblo argentino, demuestre que la intuición y la
sensibilidad femenina pueden más que el rezongo. Demuestre al mundo en un acto
de grandeza que la figura de EVA PERON se magnifica con el tiempo, no se
menciona "al pasar" aunque algunos la discutan, no pudo ser
presidenta como usted, pero cuando murió en plena juventud ya había visualizado
mucho más lejos que usted la causa del pueblo argentino.
Señora presidenta quédese tranquila, el maestro siempre sabe mas que el alumno
porque el maestro del siglo XXI esta plantado en la catástrofe que ustedes los políticos
de raza o la raza de los políticos provocaron. El maestro tiene conciencia
social y memoria, no deja de enseñar y recordar el genocidio que provocó la
dictadura, pero usted señora presidenta finalice con el genocidio educativo
porque no se construye una nación ni se consigue la paz social en base al
hambre físico y moral de los actores educativos, docentes, padres alumnos. Tal
vez algún bien pago asesor a su lado reafirme lo dicho por esta ciudadana y usted
sepa escuchar.
Carmen Pérez