Los
responsables de
El fracaso de la paritaria con la
propuesta efectuada por el gobierno nacional como piso salarial, pone
de manifiesto cual es el camino por el que transitan tanto la
educación como la dignidad de los trabajadores en la perspectiva de
acción política de los nuevos mandatarios, tanto en lo nacional
como en lo provincial.
La presidente desde las declaraciones en su discurso
de asunción acerca del trabajo docente y la realidad educativa, hasta la
propuesta de $ 1.200 de piso salarial nacional a cambio de nuestros derechos de
trabajadores; deja en claro que en su lógica de gobernante, la
educación y la dignidad de los trabajadores no tienen espacio.
Responsables de la realidad que les toca
gobernar pues no son advenedizos, en general los gobiernos que han iniciado su
mandato; intentan cargar en las espaldas de los trabajadores las
responsabilidades que les asiste por ser coparticipes de generarla.
Hoy pretenden que un maestro desarrolle su actividad
cobrando un salario inicial de $ 1.200 y este ofrecimiento es acompañado de una
gran campaña de mentiras y ocultamientos a la sociedad.
Las mentiras tienen que ver con la afirmación
parcial de que los salarios han aumentado, sin mencionar cuanto es el
aumento "real" del costo de vida del proceso económico que ellos
han impuesto. No es cierto que los salarios hayan aumentado, si analizamos el
salario real; éste se ha deteriorado y a esto los
trabajadores lo vivimos a diario. Otra trampa consiste en acotar
nuestra memoria mediata; quieren que hagamos una mirada histórica de tan
solo cinco o seis años, quieren que comparemos nuestro salario con la
profunda crisis que nos castigó en los años 2.002 y 2.003. Otra cuestión
engañosa que quieren ocultar de nuestro salario es la composición del
salario inicial, ellos mencionan el salario inicial para las comparaciones y el
mismo está inflado con un subsidio en negro a la pobreza que se llama adicional
para mínimo en Entre Ríos y esto llega solo a un pequeño
porcentaje de los trabajadores, todos los demás salarios que no reciben
este subsidio han decaído más profundamente en estos últimos años y están
compuestos por sumas en negro provenientes del estado nacional, que dice
combatir el trabajo en negro pero a los docentes nos paga en negro.
Intentan hacer cargo al trabajador docente del
fracaso escolar, cuando han sido, muchos de los actuales actores políticos,
partícipes del marasmo social y económico en el que sumergieron a nuestro país.
Una generación completa ha quedado a merced de la pobreza, sin expectativas de
construcción de futuro, sin herramientas de movilidad social, un gran
porcentaje de los niños y jóvenes entre 10 y 25 años en nuestros días
tienen enormes dificultades de escolarización por que las políticas
gubernamentales de más de 15 años sepultaron las esperanzas de realización
humana tanto en las familias como en estos jóvenes; y de esto ninguno se hace
cargo, por más que haya sido gestor de esta realidad.
En cuanto a las condiciones edilicias de las
escuelas, continúa la decadencia, no existe una verdadera inversión en
refacciones y crecimiento de acuerdo a la necesidad, lo que si abundan, como en
el tema salarial, son las campañas mediáticas. Se sostiene la política de
invertir en 10 obras, gastar como si fueran 20 y publicitarlo como si fueran
100, con costoso acto político incluido; mientras que las perspectivas para el
saneamiento edilicio son de más de una década.
Esto ocurre por que no existe compromiso político real para dar cumplimiento de
uno de los derechos esenciales de la sociedad, el derecho a la educación.
El Gobierno Nacional y los Gobiernos Provinciales no
garantizan el derecho de enseñar y aprender, eso es lo que han dejado entrever
en la paritaria nacional y en las negociaciones provinciales; todo es una continuidad
de lo preexistente.
Ante este escenario es bueno indagarse, ¿Qué rol
cumple el estado para los trabajadores?; no es garante de la distribución de la
riqueza, no sostiene políticas de precios para impedir la caída del salario
real, no desarrolla un modelo productivo que conserve un medio ambiente sano y
además ahora definitivamente decide no invertir en un sistema educativo de
calidad para todos los argentinos, tanto el estado nacional como los
provinciales, siendo que a diario vemos los superávit en las recaudaciones. ¿A
que se destinan los fondos recaudados en provincias y fundamentalmente en la
nación? ¿De que nos sirven a los argentinos esos fondos si no son para
garantizar servicios esenciales como salud y educación?. Vivimos
otra etapa histórica en donde hay un estado rico con ciudadanos pobres,
donde los gobernantes tal vez estén más pendientes de la estética gubernamental
que en solucionar los profundos déficit estructurales
que han generado.
Sin embargo, ante las
recurrentes expresiones que intentan empañar la labor docente, labor que ellos
devalúan salarialmente y pretenden desvalorizar
el propio trabajo diario a través de los medios. Los trabajadores de la
educación tenemos bien en claro que hemos sido los sostenes del sistema
educativo cuando intentaron privatizarlo, que hemos sido los timoneles de la
escuela afrontando todos los problemas sociales y económicos que generaron años
de política neoliberal y que trasladaron al ceno de la escuela; política que no
ha sido modificada en este tiempo y que sigue impactándonos diariamente. Los
trabajadores siempre hemos estado y estaremos comprometidos para
afrontar la responsabilidad que nuestra sociedad nos ha dado, la
responsabilidad de educar a nuestros gurises, aunque
las políticas de los demagogos que hablan por izquierda y castigan
por derecha se empeñen en vituperarnos, en confundirnos, en separarnos.
Los docentes no negociamos nuestra dignidad, somos
conscientes que nuestro destino está atado a la lucha que han dado los que nos
precedieron, por estas razones, la lucha continúa.
No nos van a engañar con discursos vacíos de
contenido, los docentes hemos sido quienes sostuvimos la existencia de la
escuela pública en todos estos años de ataques por parte de los sucesivos
gobiernos y vamos a seguir luchando por salarios dignos que nos permitan vivir
y por nuestra escuela pública. Los mismos que destruyeron el sistema educativo
y pagan salarios miserables nos quieren responsabilizar de la situación. No nos
van a engañar.
Luís
Alberto Fernández
Víctor
Hugo Hutt
Miembros
de comisión de salario y nomenclador de AGMER
AGMER
Seccional Uruguay