Patricia
El día que la sociedad
comprenda que las escuelas no son guarderías, y que afortunadamente no estamos
peor como sociedad gracias a nuestros docentes, y se encolumnen todos en
un mismo reclamo, creo gran parte del problema estará solucionado.
Realmente siento a
veces que el conflicto mas que con los gobernantes de turno, parece con la
sociedad, ya que se juzga a los docentes como "tímidos para el
esfuerzo" para no ser grosero, y muchas veces se desconoce el real motivo
del reclamo, cosa que Ud dejó muy bien de manifiesto.
Es cierto que hay
docentes que no merecen estar en las aulas, pero también hay doctores que no
merecen estar en los hospitales, colegas míos que no merecen estar en el campo,
en resumen, como en todos lados, buenos y malos, pero no hay que generalizar.
Como padre de chicos
en edad escolar, como esposo de una docente, y con la experiencia de haber
podido ejercer en algún momento de mi vida orgullosamente la docencia, comparto
los motivos del reclamo.
Tuve el placer de
dictar clases en una escuela rural, y es muy gracioso (lamentablemente) la
comparación que hace Ud acerca de los alumnos de Capital
Federal que piden calefactores, cuando quien le escribe y otras 2 docentes,
rompíamos la escarcha de la helada en invierno para poder abrir las canillas,
no podíamos dar clases cuando llovía por los caminos, hacíamos las veces de
albañil, pintor, cerrajero, plomero, y hasta algunas veces de
profesor de música, que solo se tocar 3 o 4 acordes con la guitarra...
Saludos cordiales