ASOCIACION GREMIAL DEL MAGISTERIO DE ENTRE RÍOS

SECCIONAL URUGUAY

Comisión Directiva Departamental

Posicionamiento respecto a la reforma de la ley de Medios

La derogación de la Ley de Radiodifusión de la Dictadura Militar constituye el triunfo de una sociedad que necesita con urgencia apropiarse de la palabra.

 

            Mac Luhan afirma que “todo es medio” porque entiende el significado del término como todo lo que el hombre ha creado como extensión de los sentidos, así comprendería a indumentaria, móviles, herramientas, accesorios..Pero las ciencias de la comunicación han reflexionado sobre ellos en función de la trasmisión de saberes y bienes culturales y han clasificado al cine y los libros como medios tradicionales y a los hoy llamados medios masivos y multimedios, como medios modernos. La enorme trascendencia que los medios masivos tienen en nuestras vidas generan hipótesis tanto apocalípticas como favorables en los pensadores actuales. Lo cierto es que los medios condicionan nuestras vidas, nos dicen entre otras cosas: qué es noticia y que no merece serlo, qué debemos consumir , qué imagen nos conviene tener, a quién nos conviene votar , quiénes son personajes creíbles y repudiables, quiérnes merecen ser héroes y monstruos. En definitiva, confunden nuestra visión de la realidad mediante la configuración y selección  de temas, imágenes, narraciones, zócalos, vocabulario, fragmentación de entrevistas...en síntesis se presentan ante la sociedad como la realidad cuando sólo ofrecen una versión de la misma. Escapa también al ciudadano común el hecho de que son empresas y que por tanto sus fines no son exclusivamente informativos sino persuasivos,  en función de sus conveniencias económicas y sus posicionamientos políticos o de los de sus auspiciantes. Es por eso que es tarea de los docentes enseñar a nuestros alumnos a leer el mensaje de los medios en función de la libertad y es deber del estado regular su funcionamiento y dar normativas a favor del uso democrático de los mismos.

            Hace unos días el Senado de la Nación finalmente le dio aprobación definitiva al proyecto de Medios Audiovisuales, ese acto, entendemos, debe significar otra conquista de una democracia que considera inmoral haber transcurrido tres décadas conviviendo con una Ley de Radiodifusión escrita en el contexto de una Dictadura Militar, que no solamente sepultó el imperio de la Constitución y sus leyes, sino que además instaló en nuestro territorio la persecución, la tortura, la desaparición y el asesinato de personas. En este oscuro período, habiéndose derogado el poder legislativo y el poder judicial, los medios fueron el segundo poder: colaboraron en el fortalecimiento de la dictadura que se apropió del derecho a la palabra, silenció la voces de sus opositores y  favoreció la opinión de unos pocos, imponiendo el criterio de verdad única y renunciando al deber de mediación, ante una población muchas veces indefensa.

En esta dirección, la anterior Ley de Radiodifusión pretendió ser la norma legal que impusiera (mediante la implementación de mecanismos perversos y ocultos) la dominación y el disciplinamiento social. De esta manera, se buscó instalar un modelo cultural caracterizado por la destrucción de la idea de lo colectivo y lo público, resaltando el repliegue individualista y el culto al éxito como formas de práctica social que rompen con la necesidad de establecer vínculos y prácticas solidarias, de profundo respeto a lo diverso y diferente, que erradiquen la discriminación, la pobreza y la marginalidad. En este contexto afirmamos: así como la educación debe ser entendida como un derecho social que no se compra en el mercado (bandera histórica de nuestras reivindicaciones), del mismo modo entendemos y definimos que el derecho a la palabra y al conocimiento se logran a través de la pluralidad de expresiones.

Afirmamos también que el proyecto de Ley de Medios Audiovisuales no es patrimonio ni obra de un gobierno en particular. Cientos de organizaciones sociales, desde hace años, vienen luchando por la derogación de la Ley de Radiodifusión y le han aportado (luego de significativos y ricos debates) la letra a la reciente Ley sancionada. Los monopolios mediáticos pretenden que creamos que el mismo surgió de un repollo, por generación espontánea, o por la malicia perversa de una pareja presidencial. Eso es una falacia que busca, para los multimedios, la continuación de sus ganancias y privilegios, obtenidos –ilegítimamente- mediante un “marco legal” escrito a su medida hace treinta años, en un contexto caracterizado por la más sangrienta de las dictaduras que sufrió nuestro pueblo.

Como sindicato docente, que durante años venimos batallando por cambiar la lógica de cómo se distribuye la riqueza no solo material sino además cultural,  entendemos debe ser a favor de quiénes efectivamente la producen, es decir, los trabajadores y los sectores populares más desprotegidos y marginados de nuestra sociedad. Sostenemos que ya es tiempo de recuperar el poder de la palabra, de modo que la distribución del conocimiento  y la información llegue a  todos los habitantes de nuestro territorio, porque no es posible pensar en un modelo educativo distinto, crítico y liberador, si las voces son silenciadas y los saberes ocultados. En tal sentido reclamamos pluralismo y diversidad en las adjudicaciones de licencias. "Refrendamos la necesidad de brindarles a instituciones sin fines de lucro (cooperativas, universidades,  asociaciones intermedias, sindicatos) la participación en organismos y/o consejos multisectoriales en la aplicación, regulación y distribución licenciatarias" Como trabajadores de la educación sostenemos la necesidad de contar en el futuro con una licencia social para acceder a los medios. Por último propiciamos una Ley de Medios Audiovisuales que sea la síntesis de nuestras mejores prácticas democráticas, que contenga un profundo contenido social y pluralista, necesario punto de partida para la construcción de una sociedad distinta, sin excluidos al momento de informar y opinar para que se logre una  verdadera justicia social.