Reivindicando nuestra pasión por enseñar en tiempos de cruzar barreras, encendiendo la luz de la pedagogía de la esperanza…

Compartimos un video realizado por AGMER Comisión Directiva Central, reflejando lo que vivimos en las escuelas en estos días de pandemia, esperamos que refleje los sentimientos de todos.

Compartimos el texto del video

En estos tiempos difíciles, cuando la prioridad es cuidar la vida y la salud de todos y todas, queremos reconocer la tarea que trabajadores y trabajadoras de distintos sectores están llevando adelante para garantizar derechos y condiciones dignas al conjunto de la población.
Estamos viviendo una experiencia colectiva inédita que puso en evidencia las desigualdades sociales históricas contra las que luchamos y pone en cuestión todos los presupuestos del neoliberalismo y su culto al individualismo.
Hoy sabemos más que nunca que la respuesta es siempre colectiva.
Lejos de quedarnos inmovilizados frente a la pandemia que se extendió por el mundo, los y las docentes argentinos pusimos en marcha una experiencia de educación alternativa que es observada en otros países por lo novedosa y porque se forjó en tiempo récord.
En este contexto, desde AGMER reivindicamos profundamente a los compañeros y compañeras docentes y su compromiso con la Escuela Pública.
Maestras y maestros, profesoras y profesores, sorteando dificultades, están largas horas pensando desde sus hogares estrategias educativas a distancia y proponiendo actividades; seleccionando y priorizando contenidos; atendiendo a sus familias y a nuestros gurises de la escuela.
Las y los docentes de nuestra provincia conocen a sus estudiantes y los contextos socioculturales. No necesitan ser apurados, ni cargar tensiones, tampoco prácticas verticalistas o exigencias burocráticas que pueden esperar. Hoy la centralidad está puesta en los contenidos significativos y en sostener los vínculos con nuestros alumnos y sus familias, en condiciones que son excepcionales.
Valoramos muchísimo el esfuerzo de los equipos directivos que además de coordinar la tarea pedagógica garantizan el funcionamiento de los comedores; el compromiso del personal de cocina y de las compañeras auxiliares de educación; la tarea de lancheros en islas y de compañeros que en zonas rurales se ocupan de llevar material impreso casa por casa. Las muestras de la responsabilidad social de los trabajadores y trabajadoras son innumerables.
Nuestra organización sindical está siempre presente, atenta y en alerta en esta situación. En estos tiempos de angustia recurrimos a nuestras mejores prácticas solidarias, sin mezquindades, para acompañar a los compañeros y compañeras docentes, y al conjunto de la población.
Desde la Comisión Directiva estamos aportando y ayudando a distintas organizaciones sociales que llevan adelante trabajos comunitarios, como comedores, merenderos y reparto de insumos de limpieza. Estamos ayudando en Centros de Salud de distintos departamentos; pusimos a disposición del Estado la Casa Docente de Colón, que se incorpora con plazas disponibles a la red del Hospital de ese Departamento; y en distintos departamentos las Seccionales están haciendo lo mismo con sus sedes sindicales.
Nos conmueve y preocupa las consecuencias del confinamiento en cuanto a la violencia de género y salimos a denunciarla. No somos indiferentes a ese flagelo. Difundimos cómo denunciar estos casos y en distintos departamentos nuestras compañeras están a disposición trabajando específicamente este tema.
Nuestros/as vocales gremiales en el Consejo de Educación aportan a solucionar cuestiones de la emergencia, como la continuidad de las suplencias, los concursos de cargos esenciales o licencias por enfermedad entre otros temas.
Nos volcamos de lleno al pañuelazo blanco, para recordar el golpe de Estado de 1976 y a la reivindicación de nuestra soberanía sobre Malvinas, porque estamos convencidos de que la memoria colectiva es una construcción que no se detiene por la cuarentena.
Hoy es tiempo de cuidados. Pero cuidar, como educar, son tareas colectivas y políticas. Porque nadie se educa solo y nadie se cuida solo.
Frente a la adversidad, y a los enunciados malintencionados que quieren estigmatizar la escuela pública y desmerecer la labor docente, nosotros oponemos hoy más que nunca la pedagogía de la esperanza. Seguimos educando, porque es lo que sabemos hacer. Y porque aprendimos, en cada crisis que enfrentamos, que la escuela pública argentina enseña, resiste y sueña.