Poesías,
cuentos y Ensayos de nuestros docentes
Un
espacio para difundir las expresiones artísticas de nuestra comunidad educativa
AGMER Seccional Uruguay
En este espacio vamos a publicar todo
lo que nuestros docentes deseen compartir con los demás.
Nos podés enviar tus poesías, cuentos,
ensayos o lo que desees publicar.
Podés hacerlo con tu nombre o si te
gusta utilizando un seudónimo, vamos a respetar tu decisión.
También podemos publicar pinturas u
otras expresiones artísticas, nos tendrás que enviar una foto de lo que desees
publicar en un tamaño no muy grande. Si querés publicar una canción nos la
enviás en formato mp3 para que no sea tan grande, podés enviarnos una obra de
teatro, como por ejemplo de una actividad hecha por tus alumnos, para eso tendrías
que subir el video a youtube.com y enviarnos el link o nos enviás el video y lo
subimos nosotros.
También podrás enviarnos todas las
producciones de tus alumnos que quieras compartir.
Poco a poco, a medida que vayan
llegando las producciones, iremos organizando el material por temas y por
autores.
Envianos un correo electrónico a prensa(arroba)agmeruruguay.com.ar.
Para hacer comentarios sobre obras publicadas por otros, también envianos un
correo a la misma dirección, especificando claramente la obra a la cual se
refiere el comentario.
Compañeros, el espacio está creado, que
comience la función.
Para comenzar, me juego y pongo una
obra de teatro mía, de hace unos años y me comprometo a subirlo actuado cuando
consiga una cámara para filmarlo, es el producto de una improvisación en un
taller de teatro.
Víctor Hutt, Prensa AGMER Uruguay
Ensayos de nuestros compañeros sobre el conflicto
Excelente material de lectura, hacer clic
para ir
La música de Marcos Fuentes y su trio
de guitarras Fuentes Linares Heit
http://www.youtube.com/watch?v=a77A2slTJFU
http://www.youtube.com/watch?v=n9kw2e-Cmos
http://www.youtube.com/watch?v=ONRhUEahdJ4
Desaparecido
"...los valores del espíritu nos pueden salvar de este terremoto que
amenaza la condición humana."
La resistencia.(pag. 13)Ernesto sábato.
A Julio Lopez.
Otra madre
otra viuda
nuevos huérfanos
y la verdad oculta.
El crimen impúdico se desliza
eterna serpiente
esconde crímenes viejos
donde el olvido no prende
y el grito requiebra
en la sangre esperada.
La democracia tiñe calles
de azules libertades
y libertinajes oscuros
justicia a cuentagotas
impunidad a borbotones
aterradoras preguntas
¿dónde?
¿dónde están los nuevos desaparecidos
por los conocidos de siempre?.
Prof. Valentina Gutiérrez- 29-12-2006
ALEGATO
Buen día señor, yo venia a contarle mi
vida, va, que se yo, lo que me acuerde, pá ver si usté me manda al cielo o al
infierno, usté sabrá, dicen que sabe todo.
No
les vaya crer lo que dicen allá abajo, por que a mi me parece que no tienen
razón. Ellos escribieron en sus diarios “SE HIZO JUSTICIA”, “MILLONARIO HACE
JUSTICIA, MATA A DELINCUENTE”.(Hacia el público) ¡Sí ustedes dijeron que fue
justicia, ustedes me condenaron, pero yo no tenia la culpa.
Mire
señor, que le puedo decir, mucho no me acuerdo.
Lo
primero que recuerdo de mi vida pasó cuando tenía 5 o 6 años, era así de
chiquito (le muestra), mi papá llegó a casa nervioso, nunca lo había visto así,
¡tenia una cara de terror!
Dijo
que lo habían echado del trabajo, por que en el frigorífico que el trabajaba
habían descubierto una forma de ganar más plata, y para eso tenían que echar a
varios trabajadores. También lo habían echado al padre del Antoño, un amiguito
mío.
Yo
no sabía porqué pero desde ese día papá empezó a cambiar, no hablaba con nadie,
si quería decir algo, lo decía a los gritos, pateaba las sillas y a mí también.
Salía
a buscar trabajo y nunca encontraba nada...bué, una vez encontró una changa,
con un plomero, yo un día pasé por ahí y lo vi. Martillaba y martillaba las
paredes, para hacer unas canaletas y las paredes se rompían y se rompían, y las
manos de mi papi también se rompían. Porque tenía que pegarle todo el día a las
paredes para conseguir unos billetes para que nosotros podamos comer algún
guisito.
Un
día, lo miré por una puerta, que estaba entreabierta, tenía cara de triste y empezó
a llorar, si a llorar, yo no lo podía creer, porque el era un señor grandote,
tenía mucha, muchisima fuerza y bigotes.
Yo
lo miraba desesperado, por que el me había dicho que los hombres no deben
llorar y el estaba llorando y yo también me puse a llorar atrás de la puerta.
Después
empezó a tomar vino, le decía al vaso de vino- “decime que esto no es cierto,
decime que mi familia no se va a seguir pasando hambre”-, y tomaba y lloraba y
lloraba y tomaba y yo también lloraba y me tomaba las lágrimas.
Después
entró mamá y le dijo que no tome y entonces papá la cagó a palo y la agarró de
los pelos.
Sí
señor, de eso me acuerdo bien, me quedó grabadito acá en la cabeza (le señala
lacabeza).
(al
público) ¿ ustedes no se imaginan eso no? ¿les parece que eso es justicia?
(recordando)
Mi mami, mi mamita. Era una señora hermosa, sabía cocinar riquísimo. A mi y a
mis hermanitos nos quería un montonazo, decía que hasta el cielo, nos
acariciaba, nos leía cuentitos para que podamos dormirnos y después cuando cerrábamos
los ojitos, nos tapaba para que no tuviéramos frío.
Pero
desde que a papá lo echaron del frigorífico porque querían ganar más plata,
ella salía a buscar trabajo y nadie le daba, porque nosotros vivíamos en una
villa y le decían: “A los villeros no les damos trabajo, lo único que saben
hacer es robar”, y mi mama no sabía robar, se lo juro señor.
Entonces
mamá salía a la noche, con una cartera, después que nosotros nos dormíamos, y
al otro día teníamos plata y ella cocinaba algo rico.
Pero
yo escuchaba que cuando ella volvía papá la cagaba a palo y le decía “puta”,
“puta de mierda”, yo no entendía nada de todo eso que pasaba.
Una
noche me levanté y la seguí, subió en un auto con un señor rico. El tipo la
abrazó y se fueron, yo me quedé llorando porque no entendía por que la
abrazaba.
Después
los chicos del barrio me dijeron que eso que ella hacía era un trabajo para
ganar plata y que se llamaba prostitución.
Yo
iba a la escuela, un tiempo, porque después no fui más. A veces, papá me pegaba
antes de ir a la escuela y a mi me dolía todo, y la señorita me decía que me
siente bien y yo no podía sentarme, entonces me paraba y la señorita me retaba
y yo me calentaba y a veces le pegaba un chirlo a algún boludito que se reía y
me volvían a retar y yo me ponía muy triste y muy nervioso.
Un día fui y le pregunté a la directora
si estaba bien que el patrón, para ganar más plata lo echara a mi papa del
trabajo y me dijo que esas eran las leyes del mercado. Yo le contesté: “Me cago
en las leyes del mercado”. Citaron a mis padres a la escuela, y yo no les dije
nada y no fui más. Total, nunca podía aprender nada. Aprendí a hacer las
cuentas, cuando mamá me pidió que vendiera diarios para ayudar a mis hermanos
más chiquitos, y contando las moneditas que pedíamos a la gente.
Después recuerdo cuando tenía como 13 o
14 años, en casa no alcanzábamos a comer con lo que juntábamos entre todos,
entonces con unos amigos de
Hasta que un día le fuimos a robar el
estéreo del auto a un abogado, pero nos agarró la policía, nos cagaron a palo y
nos llevaron a un reformatorio.
Me dijeron que iba a aprender muchas
cosas, para ser un hombre de bien; y aprendí, aprendí a pelear re bien, a usar
la navaja. Fue horrible, los guardias nos cagaban a palo.
A los 18 años salí y juré que nunca más
iba a robar, para no volver a un lugar como ese.
Busqué, busqué y busqué trabajo pero
nadie me quería tomar. Me decían, como a mamá, que era un villero, que no sabía
ni leer y que había estado en un reformatorio.
Mis hermanos pasaban hambre, papá se
había ido o estaba preso, no se. Tuve que volver a robar.
Un día estaba robando en la casa de un
millonario, se prendió la luz y apareció ese hombre, con un revolver y me mató,
¡si, me mató!. Yo solo estaba buscando algo, para vender y llevar algo de plata
a mi casa, porque no teníamos nada.
A él no le hacía nada que le saque
algo, porque tenía de todo. Tenía una casa hermosa, lujosa como las que usted
tiene allá en la tierra, las iglesias, mucho mejor que la mía y que toda
Los diarios escribieron y la sociedad
dijo: “Se hizo justicia”.
(al público) Ustedes dijeron: “se hizo
justicia”, (hacia arriba) “si señor, ellos dijeron que fue justicia”.
Y a usté que le parece, a mi no me
quedaba otra, yo necesitaba hacer eso, estaba condenado a robar, desde los 6
años, cuando papá se quedó sin laburo.
O capaz es cierto, que yo era un
malviviente, y que me merecía la muerte, va, no se, usté sabra.
Si quiere mándeme al infierno, total no
creo que sea peor que lo que ya viví.
M
a i l
e n
Víctor Hutt
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