Malvinas, un sentimiento arraigado

Compartimos el recordatorio elaborado desde la Secretaría de Derechos Humanos de nuestro sindicato en ocasión de conmemorarse los 40 años de la Guerra de Malvinas. Como cada 2 de abril, desde AGMER recordamos con orgullo y honramos a las y los soldados que combatieron allí, que dieron la vida defendiendo valientemente nuestra soberanía, como también a aquellas y aquellos que combatieron y conviven a diario con las huellas imborrables del conflicto armado.

“La idea de pensar en las escuelas el debate sobre Malvinas, no es nueva. En realidad, viene de muy lejos, pues se trata de un sentimiento arraigado y una causa nacional que incluye a la mayoría de nuestro pueblo. Pero a partir de 1982 y la instalación de una fortaleza militar extranjera en nuestras islas, resulta más imperioso reflexionar y tomar conciencia sobre el significado de esos hechos”, decíamos en 2019 desde la Secretaría de DDHH, Capacitación Sindical y Perfeccionamiento Docente de Agmer.

Hoy, a 40 años de la Guerra de las Islas Malvinas, rendimos nuestro más sentido homenaje a nuestros soldados, conscriptos, combatientes y a las mujeres que fueron a la guerra, quienes por décadas fueron sistemáticamente negadas e invisibilizadas y no dejan de gritar: “¡nosotras también estuvimos!”.

Recordamos a nuestros 649 caídos en la guerra y a los que en los años siguientes murieron a consecuencia de las campañas desmalvinizadoras con las que intentaron invisibilizar el protagonismo de aquellas y aquellos héroes.

No olvidamos que el suelo de nuestra patria está ocupado por el colonialismo británico, con apoyo de la OTAN y parte de la actual Unión Europea, y, al mismo tiempo que reivindicamos nuestra histórica lucha por la soberanía, demandamos que se investigue hasta las últimas consecuencias las denuncias de vejaciones y torturas cometidas por una parte de la oficialidad sobre conscriptos y soldados combatientes.

Malvinas es causa antimperialista, con profunda encarnadura en la memoria popular, que despertó la solidaridad de los pueblos latinoamericanos y del Tercer Mundo. Sostenemos más firme que nunca el reclamo: ¡LAS MALVINAS SON ARGENTINAS!

Julio Ricardo Cao, maestro y patriota
Julio Cao fue docente de la Escuela Primaria N° 32 de Gregorio de Laferrere, en La Matanza, y combatiente en Malvinas. Antes de caer en batalla, escribió a sus alumnas y alumnos la carta que compartimos como imagen.

El maestro Cao nació en Ramos Mejía el 18 de enero de 1961. Cursó la escuela primaria en la parroquial Cervantes y la secundaria en la Escuela Normal Mariano Etchegaray, de Ciudad Evita. Allí se recibió como maestro. Al mismo tiempo, estudió el profesorado de Literatura en la escuela Pedro Elizalde.

Los testimonios de familiares cuentan que Julio, desde que tenía memoria, había querido ser maestro. El 2 de abril de 1982 Cao tenía 21 años y estaba dando clases en su escuelita de Laferrere. Con su compañera, Clara Barrios, esperaban una hija. Cuando se enteró de la recuperación de nuestras Islas, comunicó a su familia la decisión de ir a combatir.

El 12 de abril partió hacia Puerto Argentino. En la guerra tuvo tiempo para pensar en su familia, en la hija que esperaban, en su escuela y en sus alumnas y alumnos. Cayó en combate el 14 de junio de 1982.

En agosto de ese año nació la niña, a quien llamaron María Julia, en honor a su padre.  En 2018, gracias al trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense, identificaron su cuerpo, que había permanecido enterrado como NN en las islas, bajo la placa de “Soldado argentino sólo conocido por Dios”.
Julio Rubén Cao merece ser recordado como maestro y como patriota. Los conceptos de la carta a sus alumnos son elocuentes y hablan tanto de él, como de los sueños de nuestro pueblo.

Secretaría de DDHH de AGMER Central